" Forget the haters cause somebody loves ya "

lunes, 27 de febrero de 2017

✈ Capítulo 1 - Cambio de Aires

Me encontraba sentada en aquella bulliciosa estación, esperando a que el tren que me llevaría a mi nueva vida, llegara. Mis compañeros de viaje eran una maleta naranja enorme (y cuando digo enorme es enorme) y mi cuaderno de notas. No sabía lo que este viaje me depararía pero quería saber, por primera vez en mi vida, lo que es ser independiente y completamente libre.

Habían pasado tan solo tres horas desde que decidí, por fin, anunciar a mis padres que iba a dejar de estudiar aquella carrera que solamente me hacía una amargada y hacer rápidamente la maleta con los víveres más necesarios. Sí, se que suena una locura que una chica de diecinueve años, sin un duro en la cartera, decida irse de casa y mudarse al primer lugar que se le pasase por la cabeza. Pero estaba cansada de aquella rutina que no me aportaba nada, cansada de estudiar algo que no me hacía feliz y cansada de ver siempre a la misma gente ignorante y materialista. A ver, no me malinterpretéis, adoraba a mis padres, solo que estaba aburrida de ser dirigida e influenciada por ellos y no poder hacer ni enfocar mi vida en la dirección que quería. Quería darme un tiempo y pensar.

Aquella voz monótona que anunciaba las llegadas y salidas en la estación de trenes anunció la llegada del mío a su rail correspondiente. Me levanté y agarrando mi maleta me dirigí dentro de este.
Las horas pasaban y el paisaje con ellas a su vez también, pasó de verse a través de las ventanas el mar de California a los paisajes áridos de Texas. Este tren me llevaría a un pueblito del condado de Edwards. En mi vida había salido de Los Angeles, así que todo aquello era nuevo para mi.

Durante el viaje empecé a replantearme todo. Ahora tendría que buscarme la vida, buscarme un trabajo y un lugar donde vivir. En la cartera tenía tan solo doscientos dólares que me tendrían que servir hasta que lograse todo lo anterior. Lo veía chungo, pero nunca lo sabría sin intentarlo.

Después de horas y horas de viaje llegué a aquel lugar. Eran las ocho de la mañana y estaba cansada pero a pesar de todo eso, no iba a parar hasta recorrerme todo el pueblo y haber buscado trabajo en todos los sitios.

La palabra pueblo se quedaba pequeña, ¡era enorme! Y ya me había recorrido la mitad de los establecimientos y no conseguía encontrar trabajo. Además, hacía un calor que asfixiaba ya que nos encontrábamos en pleno Junio. Cuando pensaba que todo esto había sido un error, de repente encontré, en la puerta de un bar, un papel pegado en el que se leía con una ortografía horrible: "Necesitamos camarera urjentemente si estas interesada entra y abla con el camarero de la varra"

Sin pensármelo dos veces entré en aquel lugar. Cuando mis ojos se acostumbraron a ese mar de humo, pude comprobar sorprendentemente que a pesar de ser las doce de la mañana el lugar estaba hasta arriba. Era el típico establecimiento donde los consumidores podían jugar al billar y por la noche se convierte en "la discoteca" dónde los jóvenes vienen a bailar. Sin fijar la mirada en nadie me dirigí a la barra. En ella se encontraba un señor de unos cuarenta y tantos. Se encontraba sirviendo un café a un caballero que se quejaba de su hijo. La mirada del camarero se puso en mi y con un movimiento de cabeza me pidió que hablara.

-Hola soy Laura, vengo por el puesto de camarera- cuando esas palabras salieron de mi boca su cara se iluminó.

-Ya era hora- exclamó para sus adentros, lo que me hizo fruncir el ceño. Ya era hora, ¿Qué significaba eso?

-¡Es que es siempre lo mismo, Charles! ¡Joshua ya tiene veintidós y se comporta como un maldito crío!- resopló el señor sentado en la barra.

-¿Cuando puedes empezar?- me preguntó el camarero haciendo caso omiso al caballero.

-¿Ahora mismo?- le respondí algo indecisa, el lugar no era del todo agradable.

-¡Perfecto!- Exclamó- ¿Ves esa puerta al terminar la barra? Entra ahí, deja tus cosas y vente para aquí.

Con paso rápido, me dirigí hacia allí, con las quejas del pobre hombre con un hijo llamado Joshua (que le hacia la vida imposible) de fondo.

                                                                            _____ 

domingo, 28 de febrero de 2016

Imagina de Louis


                                  Parte 1

Me dirigía rápidamente a mi habitación. Lo único que quería hacer era tirarme en mi cama y hundirme en ella para nunca mas salir de allí. Sabéis esa sensación de dolor agudo que se siente cuando se ve al "amor de tu vida" estando con otra. Esa sensación de angustia en la cual, lo único que quieres es llorar. Pues así me sentía yo.

Voy a presentarme, soy _____ y estoy estudiando química en la universidad de Oxford. En ese momento, estaba en mi primer año. Me alojaba en la residencia más próxima a la universidad y compartía habitación con mi, ahora, amiga Georgia. El primer día del curso, se sentó a mi lado un chico muy guapo y la verdad un poco (demasiado) creído, cuyo nombre era Colton. Pero a pesar de pensar que era un maldito mal nacido, cada día me fijaba más en él (desde la distancia, claro) y cada vez que posaba mis ojos en él, cada vez me parecía más atractivo.

Tan solo llevábamos dos meses de clases cuando, un día normal y corriente, a la salida le esperaba una chica que se tragó su lengua hasta la garganta; lo que nos lleva a la situación del comienzo, yo soy una obsesa de los libros y de las historias que siempre terminan bien y como comprenderéis me hice unas pocas (muchas, muchas y muchas) ilusiones, de algo que no iba a pasar.

Pues eso, me encontraba corriendo a una velocidad razonable (considerando que correr no es lo mío) cuando de repente siento que me estampo contra alguien y me doy de bruces contra el suelo.

-Lo siento mucho- dije entrecortándome mientras me levantaba rápidamente, sin levantar la mirada.

-Sí- dijo riéndose. Lo que hizo que le mirase a la cara. Era un chico de unos veinte años más o menos, con unos ojos azules muy bonitos, la verdad. En su cara tenía una mueca de diversión que me puso nerviosa. No me gustaba que la gente se riera a costa mía- Deberías considerar no correr por las calles tan transitadas de gente, es un consejo por si quieres seguir de una pieza.

-Lo siento- dije bajando la mirada y comenzando a andar de forma rápida hacia donde me dirigía, pero una mano me agarró del brazo y me detuvo.

-Espera ¿Cuál es tu nombre?- me preguntó el chico, al cual no podía mirarle a la cara por la vergüenza que sentía en ese momento.

-_______.

-Un nombre muy bonito- dijo con una sonrisa en su cara- Pues _____ a ver si nos vemos en otra ocasión sin que tú te choques con nada ni nadie. Soy Louis, Louis Tomlinson.- Y con eso me soltó y se dirigió hacia la dirección contraria a la cual me dirigía yo.

Me quedé unos segundos parada en el mismo sitio, procesando todo ese encontronazo con ese Louis. Era un chico muy guapo, sí pero no iba a hacerme ninguna ilusión ni nada por el estilo. Seguramente no lo iba a ver más en mi vida, así ¿Por qué complicarse más las cosas?
                                                                 
                                                      

Ya me encontraba en mi pequeña habitación y mi compañera estaba empeñada en ir a una fiesta que daban los veteranos en una hermandad (sí, como en las pelis). Por mi perfecto si ella quería ir, pero se le pasó por esa cabeza la estúpida idea de que yo fuera con ella. Había tenido un día de mierda y estaba muy cansada, lo último que quería hacer era ir a esa maldita fiesta y mi reciente amiga no entendía eso. Y no sé como, me encontraba sentada en una silla dejando que "mi querida amiga" me maquillase para ir a la dichosa fiesta.

No sé como llegamos a ese momento, lo malo es que ya era tarde para retirarme. Me había enfundado en vestido largo hasta los tobillos con un escote pronunciado en la espalada, dejándola prácticamente al descubierto, que había comprado en las últimas rebajas y que tenía un aire hippie . Al menos, no me hizo ponerme ningún vestido ajustado ni demasiado corto, como el que ella llevaba. En ese momento, me estaba haciendo un ahumado oscuro en los ojos, haciéndolos ver más bonitos y recogió mis rizos en un moño alto. Dejé que ella se preparase, mientras veía en mi ordenador un capítulo del mentalista. ¿Os he comentado alguna vez que me encanta esa serie? Además, Simon Baker es mi amor platónico y mi futuro marido (en mis sueños, claro esta).

Una vez preparada, salimos por la puerta de nuestra habitación y nos dirigimos a unas calles próximas de la residencia, donde se encontraba la casa donde tenía lugar la fiesta. Me había puesto unas sandalias lo que iba a hacer mi noche más amena. Cuando divisamos la grande casa, nos dirigimos hacia la entrada, donde nos dio la bienvenida una chica vomitando todo el contenido de su estómago en el verde césped. Con una mueca de asco, Georgia me hizo entrar a una habitación, que sería el salón, llena de gente bailando unos contra otros

No tenía ni idea de quien eran esas personas, no había visto ni a la mitad en mi vida y como a Georgia se le pasara por la cabeza dejarme sola íbamos a tener un serio problema. Aún cogiéndome por la muñeca, nos dirigió hacia la barra improvisada donde cada uno se servía lo que quisiera.

-¿Qué  quieres?-me preguntó gritando debido al ruido que había allí presente-

-Chupitos- le dije sonriendo a lo que ella me regaló una gran sonrisa. Si os digo que no me gusta salir os estaría mintiendo, me gusta y mucho, tan solo que ese día no me apetecía nada.

Georgia cogió el tequila y relleno dos vasos correspondientes, me pasó uno y a la vez nos lo tragamos de una tirada.

-¿Otro?- me preguntó moviendo los labios, a lo cual asentí y repetimos el proceso anterior. Después, de eso nos dirigimos hacia la pista improvisada y comenzamos a bailar. Bailar era una cosa que me encantaba y siempre me pasaba el día bailando.

                                              

Sentía que habíamos estado bailando por horas y me encantaba. En ese momento estaba sonando Ginza de J Balvin y mis orígenes españoles se notaron cuando empecé a cantar/gritar la canción a la vez que movía el culo a la par que Georgia. De repente, noté que alguien daba toquecitos en mi hombro, llamándome.

Me di la vuelta y me encontré con el rostro de Louis, el chico que había conocido esa tarde. Noté como mis mejillas comenzaron a sonrojarse. Louis sonrió y se acercó a mi oído para decirme- Al final, nos hemos encontrado y tú no te has dado con nada ni nadie.

-Parece que sí- dije poniéndome incluso más roja, lo que hizo que él se riera.

-¿Quieres tomar algo?- me preguntó acercándose aún más.

-Lo siento, estoy con mi ami..-pero cuando me di la vuelta Georgia había desaparecido- ¡Mierda!

-Veo que tu amiga te ha dejado sola. ¿Vienes con migo?- me preguntó de nuevo sonriendo aún más. Sabía que me ponía nerviosa y le gustaba. Considerando el hecho de que la traidora de mi amiga me había dejado sola en una habitación donde no conocía a nadie, acepté su oferta sacudiendo mi cabeza en señal de afirmación. Nos dirigimos hacia la barra improvisada de nuevo.

-¿Que quieres?- me preguntó agarrándome de la cintura con su brazo para acercarme a él y poder hablarme al oído.

-Vodka con lima- le dije tímidamente. Se dispuso a preparar nuestros cubatas y cuando los tubo se acercó a mi de nuevo, me dio mi vaso y nos dirigió hacia el jardín que se encontraba en la parte trasera de la casa.

-Así podemos hablar sin necesidad de gritarnos- fue lo primero que dijo cuando salimos de esa abarrotada casa. Yo solamente me dediqué a asentir-¿Te ha comido la lengua el gato?- me preguntó divertido. Yo solamente negué riéndome mientras bebía de mi vaso- Esto va a ser divertido..-Dijo para si mismo.-¿Cuantos años tienes?

-18 ¿Y tú?- me miró sorprendido- ¿Qué?

-¿Solamente tienes 18?- me preguntó asombrado. Yo asentí.-Pues no lo parece. Yo tengo 22-dijo pensativo para luego murmurar:  y tú eres preciosa.- y con eso me agarró con sus manos ambas mejillas y estrelló su boca contra la mía.

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Espero que os haya gustado.
Besos.
Lau.

#RIPKeith Me acabo de enterar que el abuelo de nuestro Louis acaba de morir. Todo nuestro apoyo y amor a la familia Tomlinson. Estas son cosas que pasan, pero que duelen y acabamos de perder a una persona increíble. Esperemos que esté bien en el cielo.        

martes, 19 de enero de 2016

Mariposas en el viento (Grayson)

Mi mirada se encontraba fija en un punto en concreto.

El cartel, que anunciaba el baile de primavera, tapaba prácticamente todo el tablero de anuncios del instituto al que iba. Quedaban tan solo unas semanas para que llegase el día del evento y yo todavía no tenía con quien ir. Eso me hacía enfurecer y entristecer al mismo tiempo. Yo sabía perfectamente que no era una chica del todo fea, entonces ¿Cuál era el problema que tenían los chicos de esta ciudad conmigo?¿Lo qué importa no es lo de dentro o qué? A quién quería a engañar. Los chicos de mi edad eran todos unos babosos que se pasaban el día pensando con su cabeza pequeña.

-¿_____ estas bien?¿Por qué estás mirando fijamente ese cartel?- mi mejor amiga Meghan me preguntó, sacándome de mi ensoñación.

-Perfectamente- le respondí tan solo a la primera pregunta mientras comenzaba a caminar hacia la siguiente clase que teníamos juntas.

-Si quieres este año, el día del baile, podemos ver maratón de Harry Potter y comer helado hasta explotar- su oferta me hizo reír. Meghan era una obsesa de Harry Potter y siempre terminábamos viendo maratones de las películas. Se podría decir que ya me las sabía de memoria.

Meghan era una chica preciosa, morena con ojos azules, que volvía a todos locos. Pero, estaba lo suficiente enamorada de su novia Abby, como para fijarse en alguien más. Al principio, cuando me dijo su orientación sexual me sorprendió bastante, pero me alegró que pudiera estar con la persona a la que quería.

-Meg, no tienes que hacer esto ¿Lo sabes? Lleva a Abbigail este año y pasar un buen rato juntas- lo dije mientras entraba por la puerta de química y me dirigía hacia los primeros asientos de la clase.

-Pero ____- me dijo refunfuñando. Meghan no era partidaria de este tipo de "espectáculos".- Yo no quiero ir...

- Pero Abby si quiere. Sé buena novia y llévala al baile.- Meghan sabía que ya no quería hablar más sobre el tema, por lo que se quedó callada y se sentó en el pupitre contiguo al mío.

Química era una asignatura que siempre me había gustado, pero últimamente no era santo de mi devoción. No era capaz de concentrarme en las clases. Podría decirse que tenía un déficit de atención , pero era mentira. Me pasaba las clases en el mundo de yupi y después las pasaba putas para enterarme de las cosas.

Ya se encontraba prácticamente el aula llena y poco después de nuestra llegada, el profesor hizo su respectiva entrada, dando ha entender que la clase había comenzado. El tema que estábamos dando era el equilibrio térmico y no es que llamara mucho mi atención.

A mitad de la clase, la puerta se abrió para darnos la imagen del director. Este iba acompañado por dos chicos idénticos. Y cuando digo idénticos es idénticos.

Eran dos chicos morenos, altos y con cuerpos impresionantes (y que no me importaría ver por el resto de mis días).Uno de ellos, tenía una mecha rubia en su flequillo que lo hacía más atractivo todavía. Bueno, a lo que iba, todas las chicas, sí incluida yo, nos quedamos babeando literalmente ante esa imagen tan bonita. Ya era demasiado bueno ver a uno, así que dos era increíble.

-Hola Sr Santos, le traigo a estos dos nuevos alumnos que acaban de llegar. Espero que no hallamos interrumpido su clase- dijo el director dirigiéndose a nuestro profesor de química. Este último solo asintió sin decir una sola palabra- Bueno- se giró para vernos al resto de la clase- Estos chicos van a ser vuestros nuevos compañeros. Espero que les deis una buena bienvenida y que os comportáis adecuadamente con ellos.- dicho eso, desapareció por donde había venido dejando a esos dos chicos al frente de la clase, con todos los ojos puestos en ellos.

-Presentaros a la clase- les ordenó el profesor.

-Hola, yo soy Ethan y este es mi hermanos Grayson- dijo el chico que no tenía la mecha.-Somos de New Jersey. Y ya está...-dijo con una sonrisa en su cara. Mientras, su hermano Grayson estaba serio. Debió de notar mi mirada en él ya que dirigió la suya a mi persona. Esa mirada intensa que tenía, hizo que me pusiera incomoda. No parecía contento con estar aquí y menos en que una chica como yo se estuviera fijando en él. Tenía una mirada enigmática y llena de promesas y mentiras.

-Ya podéis sentaros- sentenció el profesor. Dicho esto Ethan se dirigió hacia el final para tomar sitio y Grayson se quedó de pie pensando y  mirando sus opciones.

Sin dirigirme una sola mirada se sentó en el pupitre situado al lado mío. ¡Lo que me faltaba!
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Bueno espero que os haya gustado el primer capítulo de mi nueva novela y que lo hayáis disfrutado tanto como yo. Un besazo enorme. Esta novela la voy a seguir subiendo en mi cuenta de wattpad: WithPayne.

Carrot
Carrot
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