"Dedicado a Alejandra Boo Álvarez"
Me encontraba mirando las hojas sin comprender lo que mis apuntes ponían. Estaba en clases y la palabra que describía mi presencia allí era “empanada”. Llevaba más de diez minutos intentando hacer el puto enlace químico y no me salía. Estaba más que desconcentrada. Últimamente había dormido menos de lo normal y andaba todo el día, de aquí para allá, cansada. Estaba en la época de exámenes y todo se me juntaba por no estudiar al día, terminando agobiada por no tener el tiempo suficiente o simplemente sueño.
Mi lápiz no paraba de chocarse contra la mesa
haciendo un sonido repetitivo. Las palabras que leía se me juntaban en la mente
dando como resultado ningún resultado. Necesitaba una siesta urgente. Menos mal
que esta era la última hora del día y ese era el último día de agobio. Por fin
era el último día de exámenes. Solo pensarlo, sentía esa paz interior que tanto
me gustaba. Pensar que ese día dormiría más de cuatro horas era un alivio.
-¿_______ te encuentras bien?- la voz de mi
compañero de pupitre me sobresaltó haciendo que soltara el lápiz sobre la mesa.
-¿Qué?- le pregunté desconcertada. Estaba
medio dormida y había dejado de atender hacía más de media hora.
-¿Qué si te encuentras bien?- me volvió a
preguntar ahora preocupado.
-Sí, claro- le afirmé mientras bostezaba-
solo un poco cansada- me mandó una mirada de complicidad y se puso a seguir con
los ejercicios que nos habían mandado a principio de la clase.
Todos estábamos cansados (excepto los que no
estudiaban) ya que habían sido unas semanas duras. La mayoría de la gente
saldría ese mismo día a celebrarlo mientras que yo estaría tan a gusto en mi
camita. A ver, yo no tengo nada en contra de salir y eso, solo que ese día no
tenía ganas para nada de nada.
A los pocos minutos, el glorioso timbre sonó
avisándonos de que las clases habían terminado. Un suspiro salió de mi boca.
Solo me faltaba llegar a casa y la distancia entre mi querida cama y yo
terminaría. Lentamente recogí mis libros y cosas metiéndolas en la mochila,
para luego ponérmela y salir del instituto.
Del bolsillo pequeño saqué mi IPod y enchufe
mis cascos para que la música me envolviera. Era una cosa que me relajaba.
Escuchar música. Creo que esto se me pegó de mi novio. Para él la música era su
vida y por lo tanto hacía que en la mía hubiera reservado un huequito para
ella. Me encantaba cuando él me cantaba al oído, eso para mí era la mejor
melodía que existía. Pero ahora prácticamente no lo veía porque simplemente no
estaba y eso me ponía triste, pero a la vez tenía esperanza de verlo pronto.
Mientras caminaba por las desiertas calles,
ya que todo el mundo se encontraba trabajando todavía, solo podía pensar en lo
cansada que estaba. Me quedaban todavía varias calles para llegar a mi casa y
dudaba poder llegar sin quedarme dormida en el medio del camino. Sí, podría ser
una exagerada, pero el sueño y cansancio que tenía no era del todo normal.
En mis oídos sonaba "Animals" de Maroon 5. Era
una canción que me motivaba. Me daba energía y simplemente no sabía el porqué.
Pero me encantaba y Adam Levine estaba más que bueno.
A lo lejos ya podía divisar mi casa con la
mirada, pero algo me extrañó. Alguien
estaba sentado en el escalón de la entrada a mi casa. Qué extraño. Nunca había
nadie había a esas horas. Cada vez que
me iba acercando me daba cuenta que era un chico. Mi chico.
-¡¿Shawn?!- pregunté medio grité mientras me
dedicaba a correr en su dirección. Él rápidamente se levantó. Lagrimas caían
por mis mejillas. No me lo podía creer. Estaba aquí. Conmigo. Pensaba que
estaba de gira ¿Por qué no estaba de gira?
Antes de llegar a él me quité la mochila tirándola hacia el
asfalto para después lanzarme a sus brazos. Esos brazos que tanto había echado
de menos. Yo solamente podía sollozar contra su cuello, dejando este húmedo.
Mis brazos lo abrazaban con todas sus fuerzas, como si así no se fuera a
separar nunca más de mí.
-Tranquila cariño mío. Estoy aquí- me decía
palabras tranquilizadoras mientras pasaba su mano por mi espalda de arriba
abajo, de forma lenta y pausada.
-Te eché muchísimo, pero que muchísimo de
menos- le susurré en el cuello para después depositar en este un pequeño beso.
Pude sentir como se estremecía. El cuello era su punto débil y le encantaba que
yo le diera besitos en el.
-Y yo a ti, y yo a ti-me dijo contra el pelo
para dejar un beso en este- Pero todavía sigo esperando ese beso que tanto me
decías que me ibas a dar cuando volviera.
-¿Lo quieres?- le pregunté divertida mirándole
a los ojos- Pues no estoy segura de querer dártelo ahora…
Sus labios atacaron los míos haciendo magia.
Sí magia. El contacto de su lengua junto a la mía era impresionante y siempre
me dejaba con ganas de más. Se podría decir que su boca encajaba perfectamente
con la mía.
-Ya esta- susurró satisfecho cuando nuestros
labios se separaron. Sus dedos tocaron los míos que se encontraban hinchados y
rojizos- Me encanta como quedan tus labios cada vez que te beso. Son muy
apetecibles- sus palabras solo consiguieron que me pusiera roja. Ya llevábamos
casi dos años y sus piropos me seguían afectando tanto o más que cuando
empezamos a salir- _______ pareces cansada ¿Te pasó algo?
-Estoy bien, solo que he dormido poco.
-Vamos a mi casa y nos echamos a ver una
película- me propuso mientras cogía mi mochila del suelo, se colocaba un asa en
un hombro y agarraba mi mano para dirigirme a su coche aparcado en la acera.
-Tengo que avisar a mis padres- creía que no
les iba a hacer ninguna gracia, sobre todo con lo superprotectora que es mi
madre.
-Tranquila eso ya está arreglado- sus
palabras me hicieron fruncir el ceño ¿Arreglado? ¿Qué había hecho? Pareció ver
mi confusión ya que me aclaró al segundo- Llamé a tu amiga Laura para que les
dijera que te ibas a dormir a su casa.
-Y ¿Cómo has conseguido que ella te ayudara?-le
pregunté ya que él y mi amiga no es que se llevasen muy bien.
-Pues simplemente le di un autógrafo de
Cameron dedicado para ella- dijo tan normalmente. Ya me imaginaba a mi amiga
saltando como una loca emocionada por conseguir una autógrafo de su “Futuro
marido” dedicado solo para ella- Fue muy gracioso, casi le da un patatús.
-Jajaja ya me la imagino. Tendrías que
traerle un día para que la conozca- le susurré bajito, siendo más una petición
que una simple opinión.
-Bueno vámonos- dijo tirándome del brazo
cambiando completamente de tema. Algún día conseguiré que lo traiga aquí para
que conozca a Laura-Que quiero hacer muchas cosas contigo.
*******
Estaba echada en la cama de Shawn mirando la
peli que me había prometido. Estábamos viendo el hobbit. La verdad es que me
estaba gustando bastante. Al principio cuando me dijo que íbamos a verla no me
hizo ni pizca de gracia pero ahora estoy más que encantada. Solo que no me
cuadra como unas personas tan pequeñitas pueden tener esos zancos como pies y
tan peludos.
Shawn había ido a por palomitas ya que le
apetecían. En el fondo era un comilón para lo delgado que estaba. Enserio
¿Dónde lo metía? No era capaz de comprenderlo.
Mi móvil vibro avisándome de que tenía un
mensaje. Era de Laura. Era una foto del autógrafo. Ahora me tocaría aguantarla
por varios meses con este tema. Le estaba respondiendo cuando Shawn entró por
la puerta y se echo junto a mí haciendo que abriese la boca para comer una de
las palomitas.
-¿Cuándo tienes que irte?- le pregunté
mientras me echaba en su pecho para ver la película de una forma más cómoda.
-Les dije que en verano no iba a hacer
conciertos ni nada. Qué iba a estar de vacaciones.
-¿Eso qué quiere decir?- le pregunté
esperanzada. ¿Se iba a quedar todo el verano?
-Que me voy a quedar contigo desde ahora-
dijo dándome un beso al que yo correspondí encantada.
-Me alegro muchísimo- le confesé mientras me
abracé a él y me comenzaba a quedar dormida, hasta que todo se volvió negro.
*****
A la mañana siguiente me levanté exaltada ¿Y
si todo había sido un sueño? ¿Y si él no había venido? ¿Y si no se queda
junto a mí?
Mi mirada se giró buscando a un cuerpo echado
cerca del mío. Mis ojos se llenaron de alivio al verle allí dormido junto a mí.
Uno de sus brazos se movió inconscientemente abrazándome. En mi cara se colocó
una sonrisa enorme. El estaba allí conmigo y se iba a quedar durante varios
meses. Era feliz.
Mis ojos recorrían toda su cara. Sus ojos se
encantaban cerrados haciendo que se viera como un chico más joven. Le quería
demasiado y no quería que esto se acabase nunca. No podría soportarlo. Yo por
él haría cualquier cosa y sé que él también lo haría por mí.
-Te quiero- le susurré mientras que le
acariciaba la mejilla delicadamente para no despertarle.
-Yo te quiero más- me dijo mientras habría
sus ojos y me miraba fijamente- Siempre y para siempre.
-Siempre y para siempre.
Fin
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Bueno aquí os dejo un pequeño imagina de Shawn Mendes, ya que mi amiga Ale me lo llevaba pidiendo desde hacía tiempo. Bueno, espero que os haya gustado. Para las que nos sepaís quién es Shawn, aquí os dejo un video suyo:
Muchas gracias por todo.
Besitooos.