" Forget the haters cause somebody loves ya "

viernes, 28 de noviembre de 2014

Imagina de Shawn Mendes


"Dedicado a Alejandra Boo Álvarez"


Me encontraba mirando las hojas sin comprender lo que mis apuntes ponían. Estaba en clases y la palabra que describía mi presencia allí era “empanada”. Llevaba más de diez minutos intentando hacer el puto enlace químico y no me salía. Estaba más que desconcentrada. Últimamente había dormido menos de lo normal y andaba todo el día, de aquí para allá, cansada. Estaba en la época de exámenes y todo se me juntaba por no estudiar al día, terminando agobiada por no tener el tiempo suficiente o simplemente sueño.

Mi lápiz no paraba de chocarse contra la mesa haciendo un sonido repetitivo. Las palabras que leía se me juntaban en la mente dando como resultado ningún resultado. Necesitaba una siesta urgente. Menos mal que esta era la última hora del día y ese era el último día de agobio. Por fin era el último día de exámenes. Solo pensarlo, sentía esa paz interior que tanto me gustaba. Pensar que ese día dormiría más de cuatro horas era un alivio.

-¿_______ te encuentras bien?- la voz de mi compañero de pupitre me sobresaltó haciendo que soltara el lápiz sobre la mesa.

-¿Qué?- le pregunté desconcertada. Estaba medio dormida y había dejado de atender hacía más de media hora.

-¿Qué si te encuentras bien?- me volvió a preguntar ahora preocupado.

-Sí, claro- le afirmé mientras bostezaba- solo un poco cansada- me mandó una mirada de complicidad y se puso a seguir con los ejercicios que nos habían mandado a principio de la clase.

Todos estábamos cansados (excepto los que no estudiaban) ya que habían sido unas semanas duras. La mayoría de la gente saldría ese mismo día a celebrarlo mientras que yo estaría tan a gusto en mi camita. A ver, yo no tengo nada en contra de salir y eso, solo que ese día no tenía ganas para nada de nada.

A los pocos minutos, el glorioso timbre sonó avisándonos de que las clases habían terminado. Un suspiro salió de mi boca. Solo me faltaba llegar a casa y la distancia entre mi querida cama y yo terminaría. Lentamente recogí mis libros y cosas metiéndolas en la mochila, para luego ponérmela y salir del instituto.

Del bolsillo pequeño saqué mi IPod y enchufe mis cascos para que la música me envolviera. Era una cosa que me relajaba. Escuchar música. Creo que esto se me pegó de mi novio. Para él la música era su vida y por lo tanto hacía que en la mía hubiera reservado un huequito para ella. Me encantaba cuando él me cantaba al oído, eso para mí era la mejor melodía que existía. Pero ahora prácticamente no lo veía porque simplemente no estaba y eso me ponía triste, pero a la vez tenía esperanza de verlo pronto.

Mientras caminaba por las desiertas calles, ya que todo el mundo se encontraba trabajando todavía, solo podía pensar en lo cansada que estaba. Me quedaban todavía varias calles para llegar a mi casa y dudaba poder llegar sin quedarme dormida en el medio del camino. Sí, podría ser una exagerada, pero el sueño y cansancio que tenía no era del todo normal.

En mis oídos sonaba "Animals" de Maroon 5. Era una canción que me motivaba. Me daba energía y simplemente no sabía el porqué. Pero me encantaba y Adam Levine estaba más que bueno.

A lo lejos ya podía divisar mi casa con la mirada, pero algo me  extrañó. Alguien estaba sentado en el escalón de la entrada a mi casa. Qué extraño. Nunca había nadie había a esas horas.  Cada vez que me iba acercando me daba cuenta que era un chico. Mi chico.

-¡¿Shawn?!- pregunté medio grité mientras me dedicaba a correr en su dirección. Él rápidamente se levantó. Lagrimas caían por mis mejillas. No me lo podía creer. Estaba aquí. Conmigo. Pensaba que estaba de gira ¿Por qué no estaba de gira?

Antes de llegar a él  me quité la mochila tirándola hacia el asfalto para después lanzarme a sus brazos. Esos brazos que tanto había echado de menos. Yo solamente podía sollozar contra su cuello, dejando este húmedo. Mis brazos lo abrazaban con todas sus fuerzas, como si así no se fuera a separar nunca más de mí.

-Tranquila cariño mío. Estoy aquí- me decía palabras tranquilizadoras mientras pasaba su mano por mi espalda de arriba abajo, de forma lenta y pausada.

-Te eché muchísimo, pero que muchísimo de menos- le susurré en el cuello para después depositar en este un pequeño beso. Pude sentir como se estremecía. El cuello era su punto débil y le encantaba que yo le diera besitos en el.

-Y yo a ti, y yo a ti-me dijo contra el pelo para dejar un beso en este- Pero todavía sigo esperando ese beso que tanto me decías que me ibas a dar cuando volviera.

-¿Lo quieres?- le pregunté divertida mirándole a los ojos- Pues no estoy segura de querer dártelo ahora…

Sus labios atacaron los míos haciendo magia. Sí magia. El contacto de su lengua junto a la mía era impresionante y siempre me dejaba con ganas de más. Se podría decir que su boca encajaba perfectamente con la mía.

-Ya esta- susurró satisfecho cuando nuestros labios se separaron. Sus dedos tocaron los míos que se encontraban hinchados y rojizos- Me encanta como quedan tus labios cada vez que te beso. Son muy apetecibles- sus palabras solo consiguieron que me pusiera roja. Ya llevábamos casi dos años y sus piropos me seguían afectando tanto o más que cuando empezamos a salir- _______ pareces cansada ¿Te pasó algo?

-Estoy bien, solo que he dormido poco.

-Vamos a mi casa y nos echamos a ver una película- me propuso mientras cogía mi mochila del suelo, se colocaba un asa en un hombro y agarraba mi mano para dirigirme a su coche aparcado en la acera.

-Tengo que avisar a mis padres- creía que no les iba a hacer ninguna gracia, sobre todo con lo superprotectora que es mi madre.

-Tranquila eso ya está arreglado- sus palabras me hicieron fruncir el ceño ¿Arreglado? ¿Qué había hecho? Pareció ver mi confusión ya que me aclaró al segundo- Llamé a tu amiga Laura para que les dijera que te ibas a dormir a su casa.

-Y ¿Cómo has conseguido que ella te ayudara?-le pregunté ya que él y mi amiga no es que se llevasen muy bien.

-Pues simplemente le di un autógrafo de Cameron dedicado para ella- dijo tan normalmente. Ya me imaginaba a mi amiga saltando como una loca emocionada por conseguir una autógrafo de su “Futuro marido” dedicado solo para ella- Fue muy gracioso, casi le da un patatús.

-Jajaja ya me la imagino. Tendrías que traerle un día para que la conozca- le susurré bajito, siendo más una petición que una simple opinión.

-Bueno vámonos- dijo tirándome del brazo cambiando completamente de tema. Algún día conseguiré que lo traiga aquí para que conozca a Laura-Que quiero hacer muchas cosas contigo.
                                                     


                                                                  *******


Estaba echada en la cama de Shawn mirando la peli que me había prometido. Estábamos viendo el hobbit. La verdad es que me estaba gustando bastante. Al principio cuando me dijo que íbamos a verla no me hizo ni pizca de gracia pero ahora estoy más que encantada. Solo que no me cuadra como unas personas tan pequeñitas pueden tener esos zancos como pies y tan peludos.

Shawn había ido a por palomitas ya que le apetecían. En el fondo era un comilón para lo delgado que estaba. Enserio ¿Dónde lo metía? No era capaz de comprenderlo.   

Mi móvil vibro avisándome de que tenía un mensaje. Era de Laura. Era una foto del autógrafo. Ahora me tocaría aguantarla por varios meses con este tema. Le estaba respondiendo cuando Shawn entró por la puerta y se echo junto a mí haciendo que abriese la boca para comer una de las palomitas.

-¿Cuándo tienes que irte?- le pregunté mientras me echaba en su pecho para ver la película de una forma más cómoda.

-Les dije que en verano no iba a hacer conciertos ni nada. Qué iba a estar de vacaciones.

-¿Eso qué quiere decir?- le pregunté esperanzada. ¿Se iba a quedar todo el verano?

-Que me voy a quedar contigo desde ahora- dijo dándome un beso al que yo correspondí encantada.

-Me alegro muchísimo- le confesé mientras me abracé a él y me comenzaba a quedar dormida, hasta que todo se volvió negro.
                                                          


                                                                *****


A la mañana siguiente me levanté exaltada ¿Y si todo había sido un sueño? ¿Y si él no había venido? ¿Y si no se queda junto  a mí?

Mi mirada se giró buscando a un cuerpo echado cerca del mío. Mis ojos se llenaron de alivio al verle allí dormido junto a mí. Uno de sus brazos se movió inconscientemente abrazándome. En mi cara se colocó una sonrisa enorme. El estaba allí conmigo y se iba a quedar durante varios meses. Era feliz.

Mis ojos recorrían toda su cara. Sus ojos se encantaban cerrados haciendo que se viera como un chico más joven. Le quería demasiado y no quería que esto se acabase nunca. No podría soportarlo. Yo por él haría cualquier cosa y sé que él también lo haría por mí.

-Te quiero- le susurré mientras que le acariciaba la mejilla delicadamente para no despertarle.

-Yo te quiero más- me dijo mientras habría sus ojos y me miraba fijamente- Siempre y para siempre.

-Siempre y para siempre.



                                                                                                      Fin 

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Bueno aquí os dejo un pequeño imagina de Shawn Mendes, ya que mi amiga Ale me lo llevaba pidiendo desde hacía tiempo. Bueno, espero que os haya gustado. Para las que nos sepaís quién es Shawn, aquí os dejo un video suyo:



Muchas gracias por todo.
Besitooos.

jueves, 27 de noviembre de 2014

Be my boy (Zayn)- Capítulo 8


-¡Mira que sorpresa! ¡La pequeña de ______ tiene novio!- esas simples palabras hicieron que me separase rápidamente de Zayn. No podía ser. No podía estar allí. Era Kyle.

-¡Ay Kyle! Déjala en paz ¿Vale?-le dijo con arrogancia Alex mientras guardaba todo el material- ¡Supéralo de una vez! No te das cuenta de que nunca le vas a gustar.

-¿Y para que quiero yo gustarle a esa Orco con cara de feto?- escupió Kyle mientras me miraba con desprecio. 

La verdad es que no me sentía mal. Ya llevaba varios años molestándome con lo mismo. En el fondo me afectaba pero cada vez que pasaba el tiempo, esa afectación era menor y pasaba a ser exasperación y odio. Lo malo de todo esto es que yo nunca me defendía, solamente me quedaba callada mirando en otra dirección. ¿Qué le podía decir yo a Kyle para que me dejase en paz? ¿Qué se fuera a la mierda? Aunque muchas veces esa idea había pasado por mi mente, nunca me atreví, por la simple razón de que él era el doble que yo y me daba miedo. Sí, soy una miedica ¿Y qué? Siempre me ha dado un poquito, bastante, igual lo que la gente pensaba sobre mí. Yo soy como soy y a quién no le guste, pues que no mire, así de claro.

Zayn, que desde que me separé de sus labios no había abierto la boca, se acercó a Kyle lentamente. 

Demasiado lento. Demasiado cerca.

-¿Qué le has llamado?- su voz fue fría y calculadora, no como la voz dulce o burlona que siempre utilizaba conmigo.

-¿A quién? ¿A _______?- Zayn simplemente se limitó a asentir- Orco con cara de feto.

-¿Qué has dicho? No te he escuchado bien- le dijo Zayn en un tono más enfadado y elevado que apenas unos minutos.

-¿Eres sordo o qué? He dicho Orco con…..- pero no pudo seguir ya que el puño de Zayn se encontraba chocándose contra su cara, de tal manera, que hizo que esta se girara- Pero qué coño…- se giró rápidamente Kyle con su mano en la barbilla.

-Mira Gilipollas. Vuelves a llamarla así y te quedas sin cara- le dijo fríamente Zayn mientras se giraba y se acercaba a mí. Pero pocos pasos pudo dar ya que algo le hizo caer de bruces. Kyle le había pegado. Con eso solo consiguió que un muy enfadado Zayn se levantase y comenzara una pelea. 

Yo me quedé mirándoles sin saber qué hacer. En shock. Me sentía pequeña e indefensa. Era ilógico ya que siempre era la que separaba a mis queridos hermanos cuando se peleaban y Daemon y Sam me sacaban el doble. Pero con mis hermanos sabía que eran incapaces de hacerme daño. Era su hermanita del alma, su única hermana. Y aunque casi nunca me demostraban que me querían con afectos, yo siempre supe que lo hacían en el fondo. Pero en este caso eran dos chicos que no sabía si se seguirían pegando aunque me metiese en el medio.

Antes de que se mataran Ben junto a su hermana los separó. No tenían muy buen aspecto. Kyle peor que Zayn, pero en el fondo los dos las había pasado factura. Kyle solamente se fue echando humos.

-¿Estás bien?- le pregunté a Zayn acercándome a él rápidamente.

-Perfectamente- me respondió con indiferencia. ¿Por qué todos los chicos eran iguales? ¿Por qué no podían asumir que les dolía algo en vez de hacerse los fuertes?- Pero estaría mejor si me dieses un beso- esto último me lo dijo con picardía. Yo le miré anonada. La acababan de pegar y lo único en lo que pensaba era en que yo le diese un beso. Estaba como una cabra.

-Vale….- me miró esperanzado y con una pizca de sorpresa. No se lo esperaba. Hice el ademan de acercarme a sus labios pero antes de que entrasen en contacto, giré mi cara para depositar un beso en su mejilla.

-Eres una tramposa- me miró haciendo un puchero.

 -¿Yo?-simplemente asintió- Pero si te he dado un beso.

-Tú sabes perfectamente que no te pedía ese tipo de beso- dijo acercándose a mí-  Quería uno aquí- dijo mientras llevaba sus dedos a sus labios. Esos labios tan apetecibles a la vista. Pero no podía. No podía dejarme caer por sus encantos otra vez. Bajé mi mirada y la deposité en el reloj de Zayn. Eran las cuatro y media. ¿Ya? Que rápido pasaba el tiempo.

De repente me di cuenta que en menos de media hora tenía que estar en la casa del amigo de Paul para recogerlo y su casa nos es que estuviese cerca. Tenía que irme. ¿Cómo podía ser tan despistada? No me extrañaba que mis padres nunca quisieran dejarme al cuidado de Paul. Siempre se me pasaba el tiempo y más que alguna vez se me había olvidado algo que hacer.

-Me tengo que ir- dije levantando la cabeza rápidamente y separándome de Zayn. No podía llegar tarde ya que si no la madre de Peter (el amigo de Paul) se lo diría a mi madre y después vendrían las broncas para mí. Dios que asco tenía a esa señora, era una chismosa- Tengo que ir a buscar a mi hermano pequeño.

-¿Si quieres te acompaño?- me dijo mientras me daba la mano y hacía circulitos con su dedo pulgar en mi palma. ¿Por qué tenía que ser tan dulce conmigo? ¿Por qué no podría ser un gilipollas?

-Tienes que ir a curarte eso- le dije pasando la mano por el pequeño rasguño que tenía en la mejilla.

-Eso puede esperar. Quiero acompañarte. No más bien, voy a acompañarte- afirmó mientras se dirigía en dirección contraria a donde teníamos que ir- Adiós chicos- se despidió de Ben y Alex por los dos y siguió todo recto.

-¿Sabes que es la otra dirección, no?- le dije divertida y riéndome de él.

-¿Te hace mucha gracia, no?- me pregunto divertido, para después depositar un beso casto sobre mis labios- Vuelve a reírte de mí y hoy no vuelvo a darte uno de esos.

-¿Hoy?

-Sí, porque mañana te voy a comer a besos- y con esas últimas palabras nos dirigimos a buscar a mi querido Paul.

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Holaaaaaaa!!! 
Por fin tuve tiempo para escribir. Os pido lo siento de todo corazón por tardar tanto pero es que estaba súper liada estudiando y no tenía ni tiempo casi para dormir, pero ya os dejo aquí el octavo capítulo que espero que os guste.
También podeis leer mi novela de Liam en Wattap:  http://www.wattpad.com/story/24667701-different-liam-payne 
Muchísimas gracias por todo.
Besitooos 








sábado, 15 de noviembre de 2014

Imagina de Luke Hemmings ♡


"Muchas felicidades Raquel"




Me encontraba mirando el cielo. Oscuro y nublado. Así era el tiempo, normalmente en Londres en esta época del año. Solo llevaba allí un mes y estaba encantada de la vida. Me llamaréis loca, pero prefiero mil veces el frío que  el calor. No sé el porqué, pero  el frío me hace sentir más a gusto, más relajada; en cambio el calor lo único que me provoca es agobio y quemaduras en mi piel ya que soy muy blanquita.


Mis pies se movían con torpeza por la acera mientras una de mis manos sujetaba el paraguas y la otra en la asa de mi mochila. Me dirigía a lo que se suponía que debía ser el instituto del “hermano” que tenía en la casa en la que me quedaba. Estaba de intercambio durante todo el verano. Llevaba esperando este viaje durante todo el año.


Estaba encantada de la vida. Me sentía única, diferente al resto de las personas allí. Era emocionante ir por la calle y solo escuchar a las demás personas hablando en inglés.


Pero el único problema que tenía en ese lugar es la familia con la que me había tocado, bueno en realidad no, solo con el “hermano” que me había tocado. Era gilipollas con todas las palabras. El típico tío que se cree mejor que los demás y solo te dan ganas de darle un tortazo tan grande que no dé sentido la mejilla en todo un día. Encima, era un asqueroso conmigo. No podría solo ignorarme y ya, no. Tenía que estar todo el puñetero día tocándome las narices. Y lo malo de todo esto es que me gustaba. Me sentía atraída por él y eso no me podía estar pasando. No a mí. No me podía gustar Luke Hemmings.


Luke era precioso. Era un chico alto, rubio y de ojos azules preciosos. Y después estaba ese piercing en el labio que me ponía cachonda de solo pensar en cómo sería sentirlo. Y encima, era australiano, otro punto a su favor ya que sin ninguna razón me encantaban los australianos.


Bueno, a lo que iba contando. Ese día se suponía que los “hermanos” de los que estábamos allí de intercambio nos tenían que llevar con ellos a estar un día entero en su clase, viviendo un día normal de sus vidas ya que ellos hasta principios de agosto aún tenían clase. Pero el muy majo de Luke se había olvidado de mí y en ese momento estaba más que pérdida.


Había preguntado a más de una persona, por donde narices se iba al maldito instituto y me habían dado unas explicaciones en las que no me enteré ni de la mitad y me encontraba deduciendo por donde más o menos estaría el puñetero establecimiento.


-Perdona- de repente me doy cuenta que estoy en el suelo, ya que la persona que pronuncio el lo siento se había chocado conmigo y se había ido dejándome allí sola, tirada y empapándome toda la ropa. ¿Por qué me pasaban a mí siempre las cosas malas? No lo entendía de verdad.


Levantándome con la ayuda de unas ancianas que pasaban por allí, retomé mi caminata hacia el instituto, que al parecer no estaba tan lejos ya que después de unos escasos cinco minutos me encontraba delante de la puerta. Un suspiro salió de mi boca. Ya había llegado. Ahora solo me faltaba encontrar a Luke.

Empecé a caminar por los pasillos mirando hacia todos los lados esperando con todo el corazón que lo encontrase pronto antes de que me fuese al estar intimidada por tantas personas. La gente al pasar a mi lado se me quedaba mirando de forma extraña. Eso me hacía sentir incomoda. A ver lo entendía perfectamente, ya que para ellos era la intrusa.


-Hola guapa-de repente, sentí una voz cerca del oído-¿Cómo te llamas?- esto último me lo preguntó agarrándome de un brazo y dándome una vuelta para que quedase ante él.


Era un chico normalito. Eso sí, tenía una cara de porreta y pervertido que no se la quitaba nadie. Me sentía extraña. Nunca me había gustado hablar con desconocidos y esa no iba a ser una excepción.


Sin decirle nada, me di la vuelta y comencé a andar por el pasillo en dirección desconocida. Pero mis pies no pudieron avanzar mucho. El chico de antes, me había cogido y empotrado fuertemente contra los taquilleros más próximos.


-Preciosa ¿Por qué no me respondiste a la pregunta?- me preguntó acercándose a mí de tal manera de que solo unos escasos centímetros separaban nuestras bocas.


-¡Déjame en paz!- le grité en español. Él me miró con una sonrisa pícara.


-¡Mira qué bien! Eres española. Dicen que las españolas hacéis muy bien….


No pudo terminar las palabras ya que algo le separó bruscamente de mí. Mi mirada se alzó buscando a aquel o aquella que me había ayudado, pero para mi sorpresa había sido Luke que me miraba…. ¿preocupado? ¿Enserio?  


-¿Raquel que haces aquí? ¿Te hizo algo este idiota?- me preguntó refiriéndose al chico que ahora se encontraba en el suelo.


-A ver… a tu primera pregunta, hoy era el día que me tenías que traer a clase y a la segunda pregunta, no pero casi- le dije extrañada, ya que no era muy propio de él comportarse de esta manera conmigo.


-¿Era hoy?- me preguntó exaltado pasándose las manos por el pelo. Era una acción muy provocativa.


-Siii- le respondí alargando la i.


-Bueno pues vamos- me dijo mientras me agarraba la mano y tiraba de mí hacia una clase que ponía el número 203- Solo me queda biología y dentro de una hora ya nos podremos ir.


Me llevó hacia un pupitre que se encontraba en el centro de la clase. Se sentó en la silla y cogiendo la silla del pupitre de al lado me sentó junto suya. Muy juntos. Demasiado diría yo.


-Enana- me susurró al oído- enana, enana, enana-y empezó a repetirlo varias veces. Sabía que me molestaba que se metiese con mi corta estatura y no me dejaba en paz con eso. Era un pesado.


Yo lo único que hice fue fulminarle con la mirada y separarme de su lado. Si, pensaréis que es un comportamiento muy infantil, pero me da igual ¿Qué derecho tiene a meterse conmigo? ¿Nunca ha escuchado el dicho de “las cosas bonitas vienen en frascos pequeños”?


Cuando la gente comenzó a entrar en la sala, comencé a ponerme nerviosa. No sabía qué hacer, como actuar. Todo era extraño para mí. Sin pensármelo dos veces me junté con Luke lo máximo posible provocando en él una risa exagerada.


Los chicos me miraban muy emocionados, mientras que las chicas solo se dedicaban a lanzarme dagas con la mirada o a mirar mi desaliñado aspecto.


 -Buenos días alumnos- dijo el profesor al entrar por la puerta- Hoy daremos anatomía.

Lo que me faltaba, anatomía con Luke al lado. Si no fuese un pervertido...

                      

                              ****



Por fin había terminado las clases y ya nos encontrábamos en casa. No sabéis lo insoportable que puede llegar a ser Luke. No me dejó en paz en toda la puñetera clase. Que si “Yo la tengo la más grande de esta clase” o “Me gusta este tema, deberíamos hacer ejercicios para aprender más”. En serio, ¿Por qué los tíos tienen las hormonas tan disparadas?


Y encima tuve que aguantar toda una hora a una rubia que no le paraba de alabar, diciéndole lo guapo que es, lo bueno que está…. ¡Eso ya lo sabemos todas! ¿Por qué lo tiene que hacer tan obvio?


Ahora me encontraba sentada junto a Luke viendo una película que sacaban en la tele. La verdad era que no sabía ni de que iba ya que estuve prácticamente mirando el perfil de Luke. Tan bonito. Pero cuando se giraba o era muy obvia mi mirada, hacía que estaba súper concentrada en la televisión.


En la pantalla se podía ver como un ladrón intentaba pasar por ese huequito que tienen en algunas casas americanas para que entren y salgan los perros. Cuando de repente Luke me suelta:


-Estoy seguro de que tu no tendrías ningún problema en pasar por ahí- me comentó divertido.


-¿Cuál es tu problema conmigo?- le pregunté enfadada. Ya estaba cansada de sus tomaduras de pelo. Una vez está bien, pero muchas llega un momento que cansa- ¿Te caigo mal? ¿Te divierte herirme?- le pregunté. En el fondo me hería ya que no era mi culpa ser tan bajita. Siempre quise ser más alta, pero no crecí más.


-¿Qué?- me preguntó confundido- ¿De verdad no te das cuenta?


-¿Darme cuenta de qué?


-Eres tan inocente, eso es lo que me gusta de ti- Espera un momento ¿Acababa de decir me gusta? ¿Estoy delirando?-¿No te das cuenta de qué solo quiero llamar tu atención? ¿Qué te fijes en mí? ¿De qué me gustas? ¿De que no dejo de pensar en ti?


-¿Enserio? ¿No será una broma? ¿Dónde está la cámara oculta?- pregunté nerviosa y de forma rápida.


-Raquel- colocando los dedos en mi barbilla, la alzó para que le mirase a los ojos- No te das cuenta de lo guapa que eres. Eres preciosa y desde el día que te vi sentí algo que nunca había sentido. Sí, al principio sentí miedo de no gustarte y mi manera de llamar tu atención era picarte ya que así al menos me dirigías una mirada asesina, pero en si era una mirada. Ahora solo te pido que me digas que tú sientes lo mismo. Por favor.


-Sí-le dije mirándole a los ojos- Sí, me gustas. Al principio me rabiaba toda porque no quería que me gustases. No quería sentir nada por ti ya que eras el chico inalcanzable. El amor platónico. Me fastidiaba pensar que era poca cosa para ti…


Pero no pude terminar ya que sus labios se encontraban pegados a los míos, en toda su totalidad. Sentía su piercing y me gustaba. Su boca, exigente, me devoraba ansiosa, como si hubiese esperado una eternidad para sentir este contacto. Su lengua hábil, me lamió el labio inferior haciendo que mi boca se abriese automáticamente. Mi lengua junto a la suya. La mía tocaba la suya tímidamente, mientras que la suya se rozaba con la mía sin dudarlo. Era feliz y no iba a pensar en lo que podría o no, pasar en el futuro. No valía la pena ya que el tiempo solo nos dirá lo que nos depara.



                                                                        FIN 
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Holaaaaaaa!!! 

Antes de nada quería aclarar que voy a seguir subiendo mi novela de Zayn, solo que hoy es el cumpleaños de mi Raquel "Star" y como le prometí que iba a dedicarle un mini imagina por su cumple, aquí esta. Un imagina de nuestro Luke Hemmings:


Espero que os haya gustado. Subiré nuevo capítulo de mi novela de Zayn lo más pronto que pueda.
También podeis leer mi novela de Liam en Wattap:  http://www.wattpad.com/story/24667701-different-liam-payne 
Muchísimas gracias por todo.

Besitooos 











P.D: Si queréis que os dediqué un imagina, solo tenéis que pedirmelo dejandome un comentario con el nombre de la persona que queráis que os lo haga.
Carrot
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