Al la mañana siguiente me levanté a las ocho y media de la mañana, ya que tenía que ir a baile. Estaba cansadísima. El día anterior, entre pitos y flautas, había llegado a casa a las cuatro de la mañana.
Quitando las sabanas que se me habían pegado al cuerpo, me levanté como un zombi. Ya en el baño, al contemplarme en el espejo, pegué un gritillo. Tenía unas ojeras del copón y todo el maquillaje corrido. Mierda. Tan cansada estuve que hasta me había olvidado de limpiarme la cara de ese mejunje del que me había quejado a Abbi diciéndole que parecía una zanahoria (exagerando un poco) cuando me obligó a echármelo, diciendo que taparía todas mis “imperfecciones”.
Después de una larga y relajante ducha me prepare para irme. Me coloqué unos leggins con una camiseta ancha y unas converse. Me dispuse a ponerme una sudadera cuando algo en mi móvil me llamó la atención. Tenía un mensaje, pero no de alguien que conociese ya que era un número desconocido para mí. Estaba a punto de borrarlo pero mi curiosidad fue más grande y no pude evitar abrirlo.
Gatita… que tal llegaste a casa? Por qué no te despediste de mi? Es que te dije algo que te ofendiese jajajajaja tu bailecito me puso muy pero muy duro. Estoy deseando volver a verte ;)
Zayn
Miré enfadada la pantalla del teléfono. Pero ¿Quién se creía que era para decirme eso? Y otra cosa más importante ¿Quién le había dado mi número? Enfadada borré el mensaje y desee con todas mis fuerzas no volver a verle, aunque por dentro era lo que más deseaba.
Una vez que estuve preparada del todo, me dirigí a la cocina que se encontraba desierta. Cogí una magdalena, que estaba de muerte y me la comí tranquilamente. De verdad, no entendía a las chicas que se quejaban todo el rato de su cuerpo y no comían cosas como estas, a ver yo tampoco es que estuviese contenta con el mío pero a mí no me podía faltar estas bollerías. Con lo ricas que están. Cuando me la terminé, limpie las migas que se habían desparramado y me dispuse a salir de casa.
De camino a la academia de baile me coloque los cascos y puse “Stay High” de Tove Lo feat Hippie Sabotage. Me encantaba esta canción, bueno la verdad es que la música estaba muy presente en mi vida. Desde pequeña siempre me había gustado cantar y escuchar a otros hacerlo. Me completaba. Me hacía sentir feliz, pero no solía cantar delante de nadie por vergüenza. Lo mismo me ocurría con el baile, lo disfrutaba pero sola o en clases de baile donde nadie me conoce fuera de allí.
Al llegar saludé a Brooke. Ella era una chica muy maja que conocí hacia ya unos cuatro años cuando entre en esta academia. La tenía mucho cariño y como somos más o menos de la misma edad congeniamos al momento de conocernos.
-Hola guapa- le saludé con un beso en la mejilla y un abrazo de oso que ella me correspondió al segundo.
-Hola preciosa- me dijo ella mientras me daba un beso en mi mejilla- ¿Te acuerdas de algo del día anterior?
-Un poco… bueno no mucho la verdad- le dije riéndome lo que provocó que ella también lo hiciera.
-Hola preciosa- me dijo ella mientras me daba un beso en mi mejilla- ¿Te acuerdas de algo del día anterior?
-Un poco… bueno no mucho la verdad- le dije riéndome lo que provocó que ella también lo hiciera.
Yo iba a baile dos días a la semana. Los sábados y los miércoles. Hoy me tocaba Ragga que es el tipo de baile que bailan los jamaicanos. Explicándome mejor, bailábamos música Regge y era una cosa que me encantaba. En cambio los miércoles iba a baile moderno que es una mezcla de varios estilos.
Justo en ese momento entró el profesor. Se llamaba Chris. Era un chico de más o menos unos veinticinco años de cuerpo fuerte, rubio con unos ojos espectaculares azules. Bailaba como nadie lo hacía. Era sorprendente y el primer día que empecé su clase me quedé asombrada y con unas agujetas que me mataban. Si que nos machacaba, pero el resultado siempre era bueno, o eso nos decía siempre la gente en las actuaciones.
-Hola chicos, hoy vamos a seguir con la coreo del otro día- nos dijo mientras ponía “Watch Out For This” de Major Lazer y todos en esa sala comenzábamos a realizar los pasos enseñados la semana anterior frente al inmenso espejo que ocupaba prácticamente una pared entera. Chris nos estuvo enseñando el trozo de coreografía que nos quedaba para terminar la canción y después de practicar todo unas veinte veces fue a buscar a otros profesores de la escuela para que nos vieran bailar. Yo estaba un poco nerviosa pero tuve suerte ya que no me confundí casi nada y solo en un paso que no me acordaba muy bien. Terminada la canción todos los que nos observaban nos aplaudieron.
De repente, fijándome en sus caras, mi boca se abrió. Él estaba allí. Zayn. Y lo peor de todo es que se encontraba mirándome con una sonrisa picara. ¿Qué narices hacía allí? ¿No era un poco joven para trabajar como profesor? Yo que quería que ese momento no sucediese (aunque en el fondo quería con muchas ganas) y nunca me hubiera imaginado encontrármelo en aquel lugar.
Rápidamente, junto al resto de mis compañeros, me dirigí a los vestuarios para cambiarme dándome primero una rápida ducha. Cuando me disponía a entrar un brazo agarrado a mi cintura me lo impidió.
-No me habías dicho que bailabas tan bien, aunque el otro día tuve una muy buena actuación de tu parte- Zayn me susurró en el oído todavía reteniéndome junto a él.
-Déjame que me tengo que duchar e irme- le dije intentando librarme de él.
-Mmmm… déjame ducharme contigo- me susurró con una voz muy sensual. Mis ojos se abrieron ante su indecente petición.
-Eres un pervertido- le espeté mientras me soltaba de él y me metía corriendo en el vestuario de chicas. Mis mejillas estaban rojas. ¿Cómo me había podido decir eso? Nunca ningún chico se me había acercado y ahora uno que estaba más que tremendo me decía cosas pervertidas. Algo estaba pasando. Vale ¿Dónde está la cámara oculta?
Durante mi rápida ducha no pude dejar de pensar en lo que me había dicho. ¿Lo había oído bien o era mi imaginación? Tenía que dejar de pensar en eso y no darle importancia. Tampoco tenía que comerme el coco por algo salido de una boca masculina muy apetecible. Pero ¿En que estaba pensando? ¿Me gustaba Zayn? Nooo, bueno un poquito. Como decía antes tenía que dejar de pensar en ese tema.
Mis jeans que cogí para cambiarme eran tan ajustados que tuve que saltar varias veces para que entrara por completo en ellos. La camiseta era ajustada y dejaba ver parte de mi estomago y luego mis botas negras me daban un estilo militar que me encantaba. Me mire a uno de los espejos cuando Brooke terminó y suspire satisfecha ante mi reflejo. Mi cara ya no parecía tan cansada y mis mejillas tenían un color rojizo en las mejillas debido al ejercicio que había hecho.
-________ ya te puedes ir que tengo que quedarme a hablar con Nora- me dijo mientras cerraba su mochila ya que siempre nos íbamos juntas. Nora era nuestra profesora de Baile moderno una chica muy maja de unos treinta años, pero que aparentaba unos diez menos.
-Vale, pues hasta el miércoles- le dije mientras me acercaba y le daba un achuchón.
-Chao-me grito cuando yo ya me encontraba saliendo del vestuario. Para mi sorpresa Zayn seguía apoyado donde le había dejado hacía….una media hora según mi reloj. Espera un segundo ¿Estuvo más de media hora esperándome?
-Mmmmm yo que pensaba que antes estabas muy apetecible toda sudada, me he confundido. Tu estomago plano me pone mucho más- me dijo con una sonrisa.
-No tienes cosas más importantes que hacer que acosarme- le dije mientras pasaba a un lado suyo para irme. Notaba que me seguía por lo que aceleré el paso. Su risa me hizo ir más rápido. Me ponía muy nerviosa estar junto a él.
-Gatita- me llamó a unos pocos centímetros de mí. Me paré. No aguantaba que me dijera eso.
-Deja de llamarme así- le dije dándome la vuelta dándole una mirada fulminadora.
-Pues no te esfuerces porque voy a seguir llamándote gatita.
-¿Te puedo hacer una pregunta?- le pregunté de forma irritada.
-A ti te dejo hacerme de todo- me dijo subiendo y bajando sus cejas.
-¿Por qué estas tan seguro de que me vas a volver a ver?- le dije ignorando el doble sentido con el que había pronunciando su respuesta anterior.
-Estoy muy seguro de que te voy a volver a ver, hazme caso- me dijo mientras ponía uno de sus brazos sobre mis hombros. Rápidamente me liberé de él poniéndole cara mala lo que provocó que se riera más de mí.
-Pero ¿Por qué?- le dije confundida. Nunca le había visto hasta ayer en la discoteca.
-Me acabo de mudar a esta ciudad, durante el verano voy a estar trabajando aquí por las mañanas de recepcionista para ganar dinero y creo que después del verano iremos juntos al instituto- me dijo con una sonrisa.
-¿Qué?- le pregunté con la boca abierta. No podía pasarme esto a mí.- ¿Cuántos años tienes?
- Diecisiete ¿Y tú?-no no podía estar solo en un curso más que yo. Ese era el curso de Kyle.
-Yo quince para dieciséis- le dije con cara de resignación. Cuando empezáramos el curso seguro que terminará haciéndome la vida imposible. Pero para eso todavía quedan dos largos meses- Me tengo que ir.
-Espera un segundo- me dijo agarrándome de la cintura y acercándome a él- ¿Podrías hacernos una guía turista a mí y a mi madre? Es que no sabemos dónde está nada.
-Vale, pero solo lo hago por tu madre. Para que lo sepas- le dije zafándome de nuevo de él.
-Gracias- me dijo para darme después un beso en la mejilla- Gatita- me susurró en el oído.
-Idiota- le dije dándole un manotazo en el brazo- ¿Cuándo quieres?
-Hoy mismo, que llevamos más de una semana aquí y varias veces casi nos perdemos- me dijo con una sonrisa- ¿Te parece bien a las cuatro y media en mi casa?
-Vale ¿Dónde vives?- le dije sonrojándome. No sabía porque me había sonrojado. Me dijo su dirección.
Lo que me sorprendió era que prácticamente éramos vecinos, pero él no tenía porque saberlo-Bueno pues nos vemos.
Y después de esas palabras salí de allí y me dirigí a casa.
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Holaaaa!!! Este es el segundo capítulo de
mi nueva novela. Espero que os haya gustado. Si es así podríais
comentarlo a vuestros amig@s....
Muchísimas gracias por todo.
Se os quiere un montón.
Se os quiere un montón.
Besitooos.