Be my boy (Zayn)- Capítulo 10

Me encontraba en la puerta de mi casa mirando a esos ojos avellanas que tanto me gustaban. Ya habíamos llegado a casa y era el momento de las despedidas. Zayn me miraba con una sonrisa en su cara mientras se acercaba cada vez más. Estaba a punto de rozar sus labios con los míos, cuando un cuerpo pequeño se interpuso entre nosotros mientras empujaba el cuerpo de Zayn lejos de mí.

-¿No te había dejado claro, que no quería que besaras a mi hermana?- mi hermano le encaró mientras intentaba inútilmente tapar mi cuerpo con el suyo.

-A ver- Zayn se arrodillo a la estatura de Paul y le miró a los ojos- ¿Me puedes dejar dar un beso a mi novia para despedirme?- preguntó mientras dirigía su mirada hacia mí. Yo le miré frunciendo el ceño. No sabía porque me seguía llamando “novia” cuando ya no había más la presencia de Samanta. También me sentía un poco insegura, ya que yo misma había llamado a chicas que se besaban con chicos, que no eran sus novios, cosas que no quiero repetir. Y lo peor de todo que yo en ese momento estaba haciendo lo mismo.- Encima, no me has dejado darle un beso desde que fuimos a buscarte.

Mi hermano le miró ceñudo. Estaba sopesando su respuesta.- Te dejo darle un beso a mi hermana, solo si me ganas a una partida a la Play- le dijo poniendo su mano frente al moreno para afirmar el acuerdo. Estaba flipando, ¿aquí no podía contar mi opinión o qué?- ¿Trato?-le preguntó desafiante mi hermano pequeño.

-Trato- respondió Zayn mientras se daban un apretón de manos y se dirigían hacia el sofá que se encontraba enfrente de la pantalla en la que jugarían.

Frustrada conmigo misma, cerré la puerta y me dirigí hacia la cocina para prepararme algo para comer, ya que con las prisas no había ni pensado en eso antes.

-¡Paul!- le grité para que me escuchase desde el salón- ¡¿Ya comiste?!

-¡Sí!-me gritó de vuelta- ¡¿me puedes traer una coca-cola?!- preguntó gritando en un tono bastante alto.

-¡Zayn! ¡¿Quieres que te prepare algo?!- Le pregunté para no ser descortés. Ignorando completamente la petición de mí hermano. Siempre aprovechaba cuando había visita, para pedir cosas que normalmente no le dejaban hacer. No pensaba darle una coca-cola, para que después la cafeína haga un efecto en él, y tener que aguantar a un energúmeno con exceso de energía.

-¡Claro!-respondió al segundo.

-¡_____! ¡¿Y mi coca-cola?!-gritó mi hermano desde el salón.

-¡Ni lo sueñes campeón!- le respondí mientras empezaba a dejar sobre la encimera los ingredientes que iba a necesitar. Iba a hacer arroz a la cubana. Era un plato que siempre me había encantado desde pequeña y que para mi podría considerarse mi plato preferido, después del pan, claro. Tenía un vicio por el pan. ¿Por qué tenía que estar tan bueno? En serio, no lo entendía. ¿Por qué todo lo rico tenía que engordar?

Dirigiendo al radiocasete que se encontraba encima de uno de los armarios, lo encendí y puse la radio. En ese momento, sonaba Money on my mind de Sam Smith.

I don’t have money on my mind, money on my mind, I do it for, I do it for the love

-When the sun will set; Don’t you fret- mis caderas se movían al ritmo de la música mientras ponía una pota con arroz en su interior- No I have no money on my mind, no money on my mind, no money on my mind…

Después eche dos medida de agua y ponía una hoja de laurel junto al arroz.

 La canción termino para dar lugar a “Fire” de Jason Derulo feat. Pitbull. Me encantaba esta canción. Bueno, la verdad es que me encantaban todas las de Jason Derulo.

Sin pensarlo dos veces mi cuerpo comenzó a moverse, bailando. Siempre terminaba igual cuando estaba haciendo algo escuchando música. Terminaba cantando como una loca y moviéndome como si estuviera en una discoteca.

Antes de que terminase la canción note la presencia de alguien en la habitación. Qué vergüenza. Se me había olvidado que no estaba sola en casa. Sin girarme para ver quién era. Me dirigí hacia la pota para sacar el arroz y comenzar a hacer los huevos fritos.  

-You’re on fire, the way you’re moving turns me on yeah, all night, you got the right to do me wrong, yeah yeah- Zayn se acercó hasta colocarse detrás de mi y me cantó en mi oreja, para después darme la vuelta de forma brusca y estampar sus labios contra los míos. Parecía desesperado. Me devoraba los labios con los suyos proporcionándoles leves mordidas y de forma brusca introdujo su lengua en mi cavidad bucal lo que provocó que gimiese contra su boca.

Después de unos segundos, se separó de mi boca con una sonrisa satisfecho.

-No le digas a tu hermano que te he besado- me dijo en un susurro dirigiendo la mirada hacia la puerta de la cocina, haber si mi hermano se encontraba vigilándonos- Me ha machacado a la play- esto último me lo dijo haciendo un puchero. No pude evitar reírme a lo que él también me acompaño. Mi hermano era un crack, para todas esas mierdas en las que los chicos perdían tanto el tiempo.   

En forma de “consuelo” para su ego, le di un suave y lento beso en la comisura de sus labios, lo que provocó una gran sonrisa en estos.- Vamos, ahora ayúdame a hacer los huevos.

Y con esas palabras, nos dispusimos para terminar de hacer lo que sería nuestra comida.

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Lo siento mucho por haber tardado tanto en subir capítulo, es que al estar de vacaciones de navidad me daba mucha vagancia ponerme a escribir.

Espero que os haya gustado y podéis leer también mis novelas en Wattpad. Mi user es @WithPayne

Besitooos

I need you (Harry)- Capítulo 1

Me encontraba delante de ese edificio al que tanto trataba de evitar. Gotas de lluvia caían por mi pelo y cara empapándolos. No quería entrar allí. No quería sufrir más. ¿Por qué Dios no me escuchaba de una vez y me llevaba de este mundo? ¿Tanto le costaba? Esperaba ansiosa a que esa maldita alarma que hacía entrar a sus clases a los alumnos, sonara, así podría entrar tranquila sin miedo a que alguien se cruzara en mi camino. Mis oídos, por fin, después de media hora esperando bajo la lluvia, escucharon el deseoso timbre.

Me fui acercando lentamente a la puerta, después de comprobar que no había moros en la costa. Como cada día, me desplazaba por los pasillos vacios del instituto esperando que el profesor me dejara entrar sin reprocharme por mis cinco minutos tarde, aunque creo que ni se inmutaría, ya que era más o menos lo que pasaba todos los días. Al llegar a mi primera clase, llamé con los nudillos a la puerta.

-_________, pasa- dijo el profesor al otro lado de la puerta, deduciendo que era yo. Nerviosamente abrí la puerta adentrándome en la habitación con un montón de miradas situadas en mí. Sin levantar los ojos del suelo, por si las moscas, me dirigí al único sitio que quedaba al final de la sala. Mientras mis pies se dirigían al sitio, podía escuchar murmullos de mis compañeros. Sin importarme, seguí con mi recorrido hasta dejar caerme en mi silla correspondiente. De mi pelo caían gotas de agua, debido a que este estaba relativamente chorreando. Ni me preocupé en intentar secarlo para no coger una pulmonía, justo eso quería que sucediese. Me di cuenta que el profesor estaba explicando algo de trigonometría. De mi mochila saqué el libro de matemáticas y la libreta para poder realizar los ejercicios que nos mandaría el profesor después de explicar las razones trigonométricas de un triangulo rectángulo.

Me encontraba haciendo el último ejercicio de los que nos mandó unos minutos antes el profesor, cuando una bola llegó a mí. Sabía que en el interior habría algo malo, pero mi lado masoquista me hizo desenvolver el papel para ver qué como los demás se aburrían mucho. De mi boca salió un suspiro. Lo que suponía. En la nota ponía “Gorda a ver si desapareces de una puta vez y nos alegras la vida”. A ver, no comía mucho desde hacía varios años, ya que mi madre murió en un accidente de coche y la depresión que cogí junto con las burlas hizo a que me negara a comer muchas veces. Escusas como “Ya comí por ahí” o “No tengo hambre” son las que le daba a mi padre la mayoría de las veces.

Lo malo es que me lo hacían creer. Que estaba gorda. Y eso me acomplejaba bastante. No comprendo porque tienen la necesidad de meterse conmigo. Arrugué la hoja en mi mano con fuerza y la dejé caer al suelo. Justo cuando esta rozó la superficie, sonó el timbre. Recogí las cosas lentamente, esperando a que la gente desapareciese de la clase. Una vez despejada, me levanté dirigiéndome hacia la puerta. El profesor me estaba mirando con pena. Hasta los profesores sabían lo que me hacían y no eran capaces de hacer nada todavía.

Me dirigía a mi siguiente clase. Estaba a punto de entrar cuando una mano, me lo impidió. Me giré asustada, para ver a “las populares” mirándome con cara maligna. Ellas eran las típicas que hacían sentir mal a los demás para hacerse sentir mejor. Contra mi voluntad me llevaron al baño. Yo solo me dedicaba a suplicarles que me dejaran. Sabía que no tenían nada bueno en sus cabezas. Cuando la puerta del baño fue cerrada, me arrojaron de un empujón al suelo de este, con fuerza. Jadeé. Me había dado un buen golpe en el culo. Ahora me saldrían moratones.

-A quién tenemos aquí- dijo risueña Judith. Ella solía ser o hacerse pasar por mi amiga antes de lo del accidente. La miré con miedo. Era el único sentimiento que tenía hacia ellas. Miedo. Cada día rogaba por qué no se fijaran en mi y no me hicieran nada, pero mis suplicas siempre eran hechas en vano- No te han enseñado que las camisetas anchas te hacen G-O-R-D-A- dijo esto último un poco más alto deletreándolo, mientras miraba con asco mis prendas- ¿Chicas, no creéis que deberíamos recordárselo?-les dijo con un tono perverso en su tono de voz. Las demás asintieron divertidas.

Por inercia mis manos se situaron sobre mi cara, tapándola para evitar que me dieran en esta. Selene se situó sobre mí, quitando mis manos, sujetándolas sobre mi cabeza para darles vía libre a las demás. Cerré mis ojos con fuerza. No podía ver como cuatro chicas me pegaban sin remordimiento y si razón. Noté como un puño me daba en toda la mejilla, seguido de varios golpes. Cuando se sintieron satisfechas se fueron dejándome retorcerme del dolor en el suelo. No quería levantarme. No quería ver en el espejo lo que me habían hecho. Pero no me quedó más remedio ya que el frío que desprendía el suelo me estaba dando más dolor de cabeza del que tenia. Mis manos se agarraron al lavabo y como pude me puse en pie.

-Oh, no- dije horrorizada por mi aspecto. Estaba horrible. En mi frente, en la zona donde nace el pelo podía apreciar que salía sangre. Me sentía débil. No podía ni moverme. Como pude me lavé la herida y me dirigí al exterior, para a ver si me daba tiempo a llegar al menos a mi última hora antes del recreo, ya que me había perdido la segunda hora. La herida ya había dejado de sangrar aunque todavía me sentía un poco debilitada.

Me disculpé con la profesora de francés dirigiéndome al final de la sala. Se encontraba entregando los exámenes que realizamos la semana anterior. Iba diciendo los nombres. Cuando llegó al mío, me levanté y recogí el examen. Sin mirar la nota me dirigí al pupitre sentándome en el. Había sacado un 10. Eso me había alegrado bastante. Yo podría decir que en los estudios me esforzaba al máximo ya que quería sacar buenas notas para poder conseguir una beca para ir a una universidad lejos, muy lejos de aquí y así nunca más volver a ver a las personas que me hacían la vida imposible. Durante la clase estuve tomando notas y haciendo ejercicios ignorando el dolor de cabeza que tenía.

-Bueno, esto será todo por hoy- concluyó la profesora- Ya podéis recoger.

Todos recogieron rápidamente, para salir corriendo fuera, al recreo. Todos siempre deseaban que llegase ese momento del día. En cambio, para mí era la cosa que más evitaba yéndome al baño o quedándome en alguna clase deambulando. Como mi siguiente clase sería educación física, me dirigí a los vestuarios a esperar la media hora de recreo. Sentada en uno de los bancos saqué mi móvil con los cascos y comencé a escuchar "What now" de Rihanna

I've been ignoring this big lump in my throat. I shouldn't be crying. Tears were for the weaker days. I'm stronger now or so I say. But something's missing….

La letra de la canción entraba por mis oídos. Percibiendo cada palabra. No podía dejar de escucharla. Me sentía identificada. No por el mismo motivo, pero me sentía rota y sin saber qué hacer. Cada día estaba más desconcertada y confusa. Las lágrimas comenzaron a caer por mis mejillas. No aguantaba más. No podía más. No quería seguir más con esto.  

Por mi mente pasaron imágenes de todas las cosas que me habían hecho y todas las veces que me encerraba en la habitación para llorar por su culpa. Todas las veces que me avergonzaron, agredieron o insultado. Todas aquellas veces que me rompía por dentro sin saber qué hacer, sin decir nada ante sus abusos. Por mi mente pasó algo que nunca me había atrevido a hacer. Había hablado con personas que sufrían como yo y me dijeron que eso te hacía sentir mejor, pero hasta ese momento nunca me había atrevido. Acerqué las manos al bolsillo pequeño de mi mochila. De allí saque lo que necesitaba para lo que tanto ansiaba. Sin pensar en las consecuencias que esto provocaría, acerque la hoja afilada de la navaja a mi delgada muñeca. Con toda la rabia y frustración que sentía apreté el artilugio con fuerza deslizando por mi muñeca. Pero no solo una vez, sino, varias. Hasta que sentí un dolor tan agudo que hacia olvidar lo que sentía por dentro, no paré. Notaba como la sangre se derramaba en el suelo y mis parpados se cerraban. Mi tiempo había llegado. Antes de quedar completamente sin sentido pude apreciar unos gritos de susto y horror. Y después de eso me quede profundamente dormida en un sueño del que nunca despertaría. O eso pensaba yo.

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Bueno este es el primer capítulo de mi nueva novela. Va ha ser de Harry y lo más seguro es que la suba a Wattpad. Pero no estoy segura, a lo mejor la sigo subiendo aquí.

¿Qué os a parecido? ¿Os a gustado? Me gustaría mucho que me comentarais que os a parecido.

Muchas gracias por todo, sois amores.

Besitooos

Be my boy (Zayn)- Capítulo 9

Ya nos encontrábamos delante de la puerta de la casa del amigo de Paul. Durante todo el camino mi cabeza no había parado de comerse a sí misma y por lo tanto, como consecuencia me di cuenta de que, haber ido con Zayn no era la mejor idea del mundo. ¿El por qué? Simplemente lo sabía. Sabiendo cómo era mi hermano, seguro que después le iría con el cuento a mi padre, el cual me castigaría un mes sin salir ya que, su “pequeña” no está en edad de pasar el rato con chicos.

En serio, mis hermanos podían ser como un grano en el culo. No dejaban de tomarme el pelo y tocarme las narices. Eran exasperantes. Y lo único que conseguían era que yo terminase con cara de loca imaginando las peores venganzas con que las que recibirían su propia moneda.

Mis manos no se decidían, iban hacía el timbre y volvían a su posición inicial sin ni siquiera rozar el interruptor. Zayn al notar mi indecisión llamó al timbre sin dejar que yo lo impidiese. Yo solamente me dediqué a mirarle mal.

A los pocos segundos apareció la hermana de Peter (el amigo de Paul). Se llamaba Samanta y era una puta en toda regla. Se iba arrastrando por todos los chicos del instituto. En el momento que sus ojos hicieron contacto con el cuerpo del chico situado junto a mí, estos se llenaron de deseo. Se podía apreciar como su postura había cambiado de una normal a una más provocativa que insinuaba más de lo necesario. Mi cuerpo se tensó entero ¿No podía controlarse un poco o qué? ¿No se daba cuenta de que yo estaba allí? Lo más seguro que no, con el chico tan guapo que tenía junto a mí seguro que ni yo me daría cuenta de mi presencia.

-Hola guapo- le dijo está, mientras se tocaba el pelo, dando vueltas a un mechón alrededor de su dedo.

-Hola- Zayn le respondió cortésmente- Mi novia y yo venimos a recoger a su hermano- Espera ¿Qué acababa de decir? Mis ojos se abrieron de forma exagerada ante sus últimas palabras ¿me acababa de llamar su novia?

Samanta al escuchar al moreno, giró su cabeza para fijarse en mi figura, que cada vez se sentía más pequeña. Me intimidaba. Desde que éramos pequeñas siempre me había hecho la vida imposible. Zayn al notar mi estado, pasó su brazo por mi cintura atrayéndome junto a él. La chica que apenas unos segundos antes se dedicaba a coquetear con mi “novio” me dedicaba dagas con la miraba. Seguro que no le cuadraba que un chico tan guapo como Zayn podía estar conmigo y la comprendía perfectamente. Ni siquiera lo sabía yo misma. 

-Ahora mismo vuelvo-nos informó mientras daba media vuelta y se adentraba en la casa. Yo me giré hacia Zayn que parecía muy, pero que muy divertido.

-¿Por qué le dijiste que era tu novia?- le pregunté, mirando hacia su mejilla, ya que este no se había dado la vuelta en ningún momento siguiendo mirando en dirección a la puerta.

-Porque sé que lo serás- me respondió tan tranquilo. Mi ceño se arrugó ¿Por qué tenía que ser tan engreído?

-Y si yo no quiero salir contigo- sé que fue una tontería lo que dije y que con todas mis fuerzas deseaba que él estuviera junto a mí, pero su chulería me exaltaba. Mis palabras provocaron que se girase hacia mí con la frente fruncida.

-Sí que quieres. Tu cuerpo siempre responde a mis caricias. Sé que cada vez que te beso te vuelves loca- mi boca se abrió. No pude evitar mirarlo asombrada. ¿Tanto se me notaba?

Con una sonrisa satisfecha, se acercó a mis labios, que devoró y  succiono. Nuestras lenguas no dejaban de rozarse. Me hacía sentir bien, muy bien. Habían sido muchos besos para tan pocos días. No estaba segura si esto que estábamos haciendo, estaba bien o mal, tan solo quería disfrutarlo.

-¡________! ¡Tienes novio!- el grito que pegó mi hermano hizo que me separase de Zayn rápidamente. Mi hermano me miraba anonado. Samanta que estaba junto a él parecía cada vez más enfadada.

-Bueno, aquí está Paul- me dijo mirandome con recelo- Paul, espero que lo hayas pasado bien. Vuelve pronto- esto último lo dijo mirando para mi hermano con una sonrisa más falsa que ella entera.

Mi hermano se acercó a nosotros. No dejaba de mirar a Zayn con el ceño fruncido. Oh no. Estaba en posición intimidatoria. Quería intimidarle. Ese pensamiento hizo que me riese de tal manera que los dos hombres me mirasen extrañados. Zayn con cara divertida y Paul con cara de “¿Qué te hace tanta gracia? Ese chico está muerto”. Lo que me hizo más gracia todavía.

-Tú-Paul dijo señalando a Zayn.- ¿Qué intenciones tienes con mi hermana?

La pregunta de Paul hizo que me doblase sobre mi misma para poder respirar. La risa me estaba matando. ¿Cómo un enano podía ser así? Todos mis hermanos eran muy sobreprotectores conmigo, pero no recuerdo que empezaran tan pronto.

-Todas mis intenciones con tu hermana son buenas- Zayn le respondió siguiéndole el royo. Mi hermano le miró con dudas, muchas ya que su cara no era alegre como siempre.

-Te estaré vigilando chaval- le dijo con autoridad- Bueno, ¿Nos vamos ya? Quiero jugar a mi PSP que está en casa. Si movéis el culo rápido mejor- y con esas palabras comenzó a andar en dirección a nuestra casa.

Mi mirada se dirigió hacia Zayn que se encontraba mirándome con una sonrisa.

-Tu hermano puede llegar a ser intimidante- dijo acercándose a mí, hasta quedar tan solo unos pocos centímetros entre nosotros- Me gusta que te proteja. Eres demasiado guapa. No me extraña que se preocupe por ti. Si yo fuera tu hermano no te dejaría salir de casa- y tras su confesión, acercó su boca para darme un dulce beso que yo devolví encantada.

-¡Y no quiero nada de besos! ¡Separaros ya!- mi hermanó grito sin que le importase que le escucharan los demás. Sus palabras provocaron que Zayn y yo nos riéramos más. Mi hermano era adorable- ¡Vamos! ¡Mover el culo!

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Holaaaa!!!

Bueno aquí os dejo nuevo capítulo. Espero que os haya gustado. Si conoceis a chic@s que les guste leer fanfics ¿Les podeís decir que se pasen por aquí?

También podeis leer mi novela de Liam en Wattap:  http://www.wattpad.com/story/24667701-different-liam-payne 

Gracias por todo.

Besitooos.