"Muchas felicidades Raquel"
Me encontraba mirando el cielo. Oscuro y nublado. Así era el tiempo, normalmente en Londres en esta época del año. Solo llevaba allí un mes y estaba encantada de la vida. Me llamaréis loca, pero prefiero mil veces el frío que el calor. No sé el porqué, pero el frío me hace sentir más a gusto, más relajada; en cambio el calor lo único que me provoca es agobio y quemaduras en mi piel ya que soy muy blanquita.
Mis pies se movían
con torpeza por la acera mientras una de mis manos sujetaba el paraguas y la
otra en la asa de mi mochila. Me dirigía a lo que se suponía que debía ser el
instituto del “hermano” que tenía en la casa en la que me quedaba. Estaba de
intercambio durante todo el verano. Llevaba esperando este viaje durante todo
el año.
Estaba encantada de la vida. Me sentía única,
diferente al resto de las personas allí. Era emocionante ir por la calle y solo
escuchar a las demás personas hablando en inglés.
Pero el único
problema que tenía en ese lugar es la familia con la que me había tocado, bueno
en realidad no, solo con el “hermano” que me había tocado. Era gilipollas con
todas las palabras. El típico tío que se cree mejor que los demás y solo te dan
ganas de darle un tortazo tan grande que no dé sentido la mejilla en todo un
día. Encima, era un asqueroso conmigo. No podría solo ignorarme y ya, no. Tenía
que estar todo el puñetero día tocándome las narices. Y lo malo de todo esto es
que me gustaba. Me sentía atraída por él y eso no me podía estar pasando. No a
mí. No me podía gustar Luke Hemmings.
Luke era precioso.
Era un chico alto, rubio y de ojos azules preciosos. Y después estaba ese
piercing en el labio que me ponía cachonda de solo pensar en cómo sería
sentirlo. Y encima, era australiano, otro punto a su favor ya que sin ninguna
razón me encantaban los australianos.
Bueno, a lo que iba
contando. Ese día se suponía que los “hermanos” de los que estábamos allí de
intercambio nos tenían que llevar con ellos a estar un día entero en su clase,
viviendo un día normal de sus vidas ya que ellos hasta principios de agosto aún
tenían clase. Pero el muy majo de Luke se había olvidado de mí y en ese momento
estaba más que pérdida.
Había preguntado a
más de una persona, por donde narices se iba al maldito instituto y me habían
dado unas explicaciones en las que no me enteré ni de la mitad y me encontraba
deduciendo por donde más o menos estaría el puñetero establecimiento.
-Perdona- de
repente me doy cuenta que estoy en el suelo, ya que la persona que pronuncio el
lo siento se había chocado conmigo y se había ido dejándome allí sola, tirada y
empapándome toda la ropa. ¿Por qué me pasaban a mí siempre las cosas malas? No
lo entendía de verdad.
Levantándome con la
ayuda de unas ancianas que pasaban por allí, retomé mi caminata hacia el
instituto, que al parecer no estaba tan lejos ya que después de unos escasos
cinco minutos me encontraba delante de la puerta. Un suspiro salió de mi boca.
Ya había llegado. Ahora solo me faltaba encontrar a Luke.
Empecé a caminar
por los pasillos mirando hacia todos los lados esperando con todo el corazón
que lo encontrase pronto antes de que me fuese al estar intimidada por tantas
personas. La gente al pasar a mi lado se me quedaba mirando de forma extraña.
Eso me hacía sentir incomoda. A ver lo entendía perfectamente, ya que para
ellos era la intrusa.
-Hola guapa-de
repente, sentí una voz cerca del oído-¿Cómo te llamas?- esto último me lo
preguntó agarrándome de un brazo y dándome una vuelta para que quedase ante él.
Era un chico
normalito. Eso sí, tenía una cara de porreta y pervertido que no se la quitaba
nadie. Me sentía extraña. Nunca me había gustado hablar con desconocidos y esa
no iba a ser una excepción.
Sin decirle nada,
me di la vuelta y comencé a andar por el pasillo en dirección desconocida. Pero
mis pies no pudieron avanzar mucho. El chico de antes, me había cogido y
empotrado fuertemente contra los taquilleros más próximos.
-Preciosa ¿Por qué
no me respondiste a la pregunta?- me preguntó acercándose a mí de tal manera de
que solo unos escasos centímetros separaban nuestras bocas.
-¡Déjame en paz!-
le grité en español. Él me miró con una sonrisa pícara.
-¡Mira qué bien!
Eres española. Dicen que las españolas hacéis muy bien….
No pudo terminar
las palabras ya que algo le separó bruscamente de mí. Mi mirada se alzó
buscando a aquel o aquella que me había ayudado, pero para mi sorpresa había
sido Luke que me miraba…. ¿preocupado? ¿Enserio?
-¿Raquel que haces
aquí? ¿Te hizo algo este idiota?- me preguntó refiriéndose al chico que ahora
se encontraba en el suelo.
-A ver… a tu
primera pregunta, hoy era el día que me tenías que traer a clase y a la segunda
pregunta, no pero casi- le dije extrañada, ya que no era muy propio de él
comportarse de esta manera conmigo.
-¿Era hoy?- me
preguntó exaltado pasándose las manos por el pelo. Era una acción muy
provocativa.
-Siii- le respondí
alargando la i.
-Bueno pues vamos-
me dijo mientras me agarraba la mano y tiraba de mí hacia una clase que ponía
el número 203- Solo me queda biología y dentro de una hora ya nos podremos ir.
Me llevó hacia un
pupitre que se encontraba en el centro de la clase. Se sentó en la silla y
cogiendo la silla del pupitre de al lado me sentó junto suya. Muy juntos.
Demasiado diría yo.
-Enana- me susurró
al oído- enana, enana, enana-y empezó a repetirlo varias veces. Sabía que me
molestaba que se metiese con mi corta estatura y no me dejaba en paz con eso.
Era un pesado.
Yo lo único que
hice fue fulminarle con la mirada y separarme de su lado. Si, pensaréis que es
un comportamiento muy infantil, pero me da igual ¿Qué derecho tiene a meterse
conmigo? ¿Nunca ha escuchado el dicho de “las cosas bonitas vienen en frascos
pequeños”?
Cuando la gente
comenzó a entrar en la sala, comencé a ponerme nerviosa. No sabía qué hacer,
como actuar. Todo era extraño para mí. Sin pensármelo dos veces me junté con
Luke lo máximo posible provocando en él una risa exagerada.
Los chicos me
miraban muy emocionados, mientras que las chicas solo se dedicaban a lanzarme
dagas con la mirada o a mirar mi desaliñado aspecto.
-Buenos días alumnos- dijo el profesor al
entrar por la puerta- Hoy daremos anatomía.
Lo que me faltaba,
anatomía con Luke al lado. Si no fuese un pervertido...
****
Por fin había
terminado las clases y ya nos encontrábamos en casa. No sabéis lo insoportable
que puede llegar a ser Luke. No me dejó en paz en toda la puñetera clase. Que
si “Yo la tengo la más grande de esta clase” o “Me gusta este tema, deberíamos
hacer ejercicios para aprender más”. En serio, ¿Por qué los tíos tienen las
hormonas tan disparadas?
Y encima tuve que
aguantar toda una hora a una rubia que no le paraba de alabar, diciéndole lo
guapo que es, lo bueno que está…. ¡Eso ya lo sabemos todas! ¿Por qué lo tiene
que hacer tan obvio?
Ahora me encontraba
sentada junto a Luke viendo una película que sacaban en la tele. La verdad era
que no sabía ni de que iba ya que estuve prácticamente mirando el perfil de
Luke. Tan bonito. Pero cuando se giraba o era muy obvia mi mirada, hacía que
estaba súper concentrada en la televisión.
En la pantalla se
podía ver como un ladrón intentaba pasar por ese huequito que tienen en algunas
casas americanas para que entren y salgan los perros. Cuando de repente Luke me
suelta:
-Estoy seguro de
que tu no tendrías ningún problema en pasar por ahí- me comentó divertido.
-¿Cuál es tu
problema conmigo?- le pregunté enfadada. Ya estaba cansada de sus tomaduras de
pelo. Una vez está bien, pero muchas llega un momento que cansa- ¿Te caigo mal?
¿Te divierte herirme?- le pregunté. En el fondo me hería ya que no era mi culpa
ser tan bajita. Siempre quise ser más alta, pero no crecí más.
-¿Qué?- me preguntó
confundido- ¿De verdad no te das cuenta?
-¿Darme cuenta de
qué?
-Eres tan inocente,
eso es lo que me gusta de ti- Espera un momento ¿Acababa de decir me gusta?
¿Estoy delirando?-¿No te das cuenta de qué solo quiero llamar tu atención? ¿Qué
te fijes en mí? ¿De qué me gustas? ¿De que no dejo de pensar en ti?
-¿Enserio? ¿No será
una broma? ¿Dónde está la cámara oculta?- pregunté nerviosa y de forma rápida.
-Raquel- colocando
los dedos en mi barbilla, la alzó para que le mirase a los ojos- No te das
cuenta de lo guapa que eres. Eres preciosa y desde el día que te vi sentí algo
que nunca había sentido. Sí, al principio sentí miedo de no gustarte y mi
manera de llamar tu atención era picarte ya que así al menos me dirigías una
mirada asesina, pero en si era una mirada. Ahora solo te pido que me digas que
tú sientes lo mismo. Por favor.
-Sí-le dije
mirándole a los ojos- Sí, me gustas. Al principio me rabiaba toda porque no
quería que me gustases. No quería sentir nada por ti ya que eras el chico inalcanzable.
El amor platónico. Me fastidiaba pensar que era poca cosa para ti…
Pero no pude
terminar ya que sus labios se encontraban pegados a los míos, en toda su
totalidad. Sentía su piercing y me gustaba. Su boca, exigente, me devoraba
ansiosa, como si hubiese esperado una eternidad para sentir este contacto. Su
lengua hábil, me lamió el labio inferior haciendo que mi boca se abriese
automáticamente. Mi lengua junto a la suya. La mía tocaba la suya tímidamente,
mientras que la suya se rozaba con la mía sin dudarlo. Era feliz y no iba a
pensar en lo que podría o no, pasar en el futuro. No valía la pena ya que el
tiempo solo nos dirá lo que nos depara.
FIN
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Holaaaaaaa!!!
Antes de nada quería aclarar que voy a seguir subiendo mi novela de Zayn, solo que hoy es el cumpleaños de mi Raquel "Star" y como le prometí que iba a dedicarle un mini imagina por su cumple, aquí esta. Un imagina de nuestro Luke Hemmings:
Espero que os haya gustado. Subiré nuevo capítulo de mi novela de Zayn lo más pronto que pueda.
También podeis leer mi novela de Liam en Wattap: http://www.wattpad.com/story/24667701-different-liam-payne
Muchísimas gracias por todo.
Besitooos
P.D: Si queréis que os dediqué un imagina, solo tenéis que pedirmelo dejandome un comentario con el nombre de la persona que queráis que os lo haga.
Estoy flipando tantooo de verdad, es perfecto. Te lo agradezco un montón, es todo un honor para mí que me escribas un imagina así que muchas gracias!!! Y nada, un beso enorme, y sigue escribiendo que tu novela engancha.
ResponderEliminarRaquel
No tienes que dar las gracias hermosa. Ya sabes que cuando quieras.
EliminarMe alegra que te haya gustado y que te guste mi novela.
Muchas gracias a ti por todo.
Besitooos